Un hombre identificado como Alberto Frutos falleció ahogado en la zona de la tosquera en la tarde de ayer, a la altura del kilómetro 23,500 en el límite entre Quilmes y Berazategui.
Según el relato de uno de los familiares, el hombre se había dirigido al lugar junto a su hermano, un sobrino y un compañero de trabajo a pasar el día ya que se encontraba de franco (trabajaba como carpintero).
Alrededor de las 13, su hermano junto al compañero de trabajo se dedicaron a preparar la parrilla para el almuerzo mientras que Alberto y su sobrino decidieron meterse al agua para refrescarse. Cabe destacar que en esa zona está totalmente prohibido bañarse debido a la inestabilidad del suelo.
El familiar que ingresó al agua con él explicó que hicieron un recorrido de aproximadamente cinco metros cuando decidieron retornar a la orilla. Alberto, parecía agitado de acuerdo al relato de uno de los presentes y a los dos metros de la orilla se perdió el contacto visual.
Allegados a la investigación detallaron que el hombre, de 43 años, era de nacionalidad paraguaya y residía en Bernal Oeste. En el lugar del hecho trabajó el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Quilmes, junto a efectivos de la seccional 6ª.
El principal Diego Bustos, del mencionado destacamento, explicó que los bomberos fueron alertados e inmediatamente se produjo la búsqueda en el lugar, que incluyó la tarea de la división de Búsqueda y Rescate y también se utilizó un perro para el reconocimiento.
El rescate del cuerpo se realizó con rapidez. Esto, según Bustos, se debió a las buenas condiciones climáticas y a la gran cantidad de testigos que aportaron datos y coordenadas que fueron vitales para el rastreo.
El principal pidió mayor cuidado a todos aquellos que se dirijan a la tosquera y recordó que está totalmente prohibido bañarse porque es un lugar muy peligroso. “El suelo está delineado por el trabajo de las máquinas. Puede existir una zona de 30 centímetros de profundidad y de repente eso se transforma en una pared de ocho metros” y agregó que “la gente debe tomar conciencia, porque muchos no saben nadar o se confían y se meten al agua y después ocurren este tipo de cosas”.
Tras el hallazgo, efectivos de policía científica trasladaron el cuerpo a la Morgue Judicial del Cementerio de Ezpeleta.